Tesis que efectua un analisis ampliamente documentado del rol de las mujeres en las Fuerzas Armadas y especialmente sobre la necesidad y conveniencia de incluirlas en unidades de combate.

domingo, 25 de noviembre de 2007

III.- SITUACIÓN ACTUAL 1.1 | España

A.- UNA MIRADA AL MUNDO:

1.- ESPAÑA

La historia española es un largo recuento de luchas armadas, varias de las cuales se libraron en el territorio peninsular y que, por lo tanto, implicaron de uno u otro modo a la mayor parte de la población.

Destaca entre las mujeres que intervinieron en las luchas armadas, la reina Isabel la Católica, no por haber actuado como combatiente, sino por haber coronado con éxito la recuperación de Granada, lucha de ocho siglos por la expulsión de los moros.

En el siglo XIX, España debió luchar una vez más por librarse de los invasores. A comienzos del siglo, las tropas napoleónicas ocuparon la península, para sostener el gobierno de José Bonaparte. Esta guerra, también llamada de Independencia, se libró en gran parte, por fuerzas irregulares y obligó a los civiles a tomar parte en ella. Entre tales civiles hubo muchísimas mujeres, de las cuales la historia y el folklore hispanos destacan a tres: Agustina de Aragón, Manuela Sancho Bonafonte y Casta Álvarez. (Ver Anexo A).

Durante la primera mitad del siglo XIX, España se vio envuelta en frecuentes conflictos internos, en los que se enfrentaron las mismas corrientes conservadoras y liberales que habían colisionado en el siglo anterior en Francia. Nuevamente las mujeres combatieron en las barricadas codo a codo con los hombres. Sin embargo, el carácter ideológico que adquirieron tales confrontaciones, hace muy difícil separar los hechos individuales de la mitología ideológica que caracteriza a este tipo de conflictos.

Lo mismo puede decirse de la Guerra Civil que azotó a España entre 1936 y 1939, con la diferencia de que a poco de iniciadas las operaciones militares el bando republicano, que antes había glorificado a las mujeres por su desempeño en combate, comenzó a retirarlas del frente. Un año después prácticamente ya no había combatientes mujeres en el frente.

Se extendió la creencia de que las mujeres que combatían eran prostitutas y que por tal razón transmitían enfermedades venéreas a veces más peligrosas que el fuego enemigo.

Por su parte, el bando nacional por estar conformado principalmente por fuerzas regulares, no contó con mujeres en sus filas, aunque ellas hayan combatido circunstancialmente. La Guerra Civil española no tuvo a la mujer como actor en combate, lo que no le impidió a éstas sufrir todo el rigor del enfrentamiento belico.

Después de la Guerra Civil, bajo el gobierno del General Francisco Franco, España se mantuvo en una línea conservadora en lo referente a las FF.AA., las que aun cuando avanzaron en la modernización de su equipamiento, mostraron escaso interés por el debate que se desarrollaba en otros países acerca de la participación de la mujer en la defensa nacional. Sistemas tan antiguos como el del servicio militar obligatorio (conocido popularmente como “la mili”), que en España no había experimentado cambios de importancia desde su creación, unos 200 años antes, permanecieron intactos, pese al evidente desprestigio en el que habían caído como consecuencia de lo injusto del proceso de selección.

Con la muerte del General Francisco Franco, surgió muy pronto la discusión de los temas que habían dormido por décadas. Los dos primeros gobiernos de transición, Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo, no se involucraron mayormente. Luego el debate se tiñó ideológicamente. En primer lugar, el gobierno socialista de Felipe González veía en las FF.AA. un bastión del franquismo en el que se concentraba el núcleo más duro de las fuerzas conservadoras y centró sus esfuerzos en desmontar el esquema valórico que había marcado a los militares españoles. Sin embargo, los cambios introducidos en la estructura militar hispana, que consolidaron todas las aspiraciones socialistas no tocaron los temas de fondo. El servicio militar permaneció. Es cierto que sufrió modificaciones en cuanto a la incorporación de la objeción de conciencia y la creación del servicio alternativo, pero mantuvo el injusto sistema de sorteo para definir a los acuartelados, así como la posibilidad de eximirse de tales obligaciones, mediante el pago de una cierta cantidad de dinero. El único tema de real importancia en que se avanzó durante el régimen socialista, fue en el del ingreso limitado de las mujeres a las FF.AA. En 1988, por primera vez en la historia de España, ingresaban damas cadetes a la Academia Militar de Zaragoza.

Fue el gobierno del Presidente Aznar el que consolidó los cambios más relevantes. En 1996, el Partido Popular, por motivos de negociación política, pactó con la Izquierda Unida una alianza, a cambio de introducir el concepto de FF.AA. profesionales, es decir, la eliminación del servicio militar obligatorio.

En esencia, el sistema adoptado es similar al norteamericano. Básicamente se trata de un núcleo de personal militar de carrera llamado “profesional”, más un contingente de voluntarios con bajos niveles de especialización, atraídos a prestar servicios durante un tiempo limitado, a cambio de un razonable nivel de ingresos y otros incentivos. Además existe la posibilidad de ingresar a los cuerpos profesionales de las FF.AA. o a los cuerpos paramilitares, como la Guardia Civil.

El modelo dispuso el ingreso de las mujeres en las FF.AA., en igualdad de condiciones respecto de los varones, en virtud de las normas legales de absoluta igualdad ante la ley, es decir, sin ningún tipo de restricciones. En la realidad, existen algunas restricciones a las mujeres. Les está vedado el acceso a los submarinos y a ciertas fuerzas especiales. Aun cuando las mujeres habían ingresado ya como militares a las FF.AA. en 1988, la aplicación del modelo de FF.AA. profesionales supuso la definitiva consolidación de su presencia en los cuerpos armados.

Los resultados de la primera convocatoria de mujeres para cubrir plazas como oficiales de las FF.AA., no fueron los esperados. Sólo se presentaron 55 postulantes y ninguna superó las pruebas de selección.

El modelo de soldado profesional, o más bien ocupacional, que supone un combatiente que lucha, no ya por la Patria, sino por un salario, no atrae a la juventud como se esperaba (Ver TABLA 2). Mantener una dotación de alrededor de los 100.000 hombres y mujeres que deberían constituir la fuerza efectiva de los Ejércitos (nombre genérico para designar a las FF.AA. españolas), ha supuesto un esfuerzo constante. La campaña publicitaria destinada a incentivar el ingreso de la mujer, no ha conseguido el acuartelamiento masivo de ellas, las que no superan el 14% del total de personal en servicio ( TABLA 3), lo que viene a revelar que pese a la poderosa propaganda que ha bombardeado a la sociedad hispana desde fines de los 70, las mujeres peninsulares no demuestran gran interés por ingresar a la milicia. Las TABLAS 4 y 5 revelan que la presencia femenina en los procesos educacionales de mayor nivel, también es baja.

TABLA 2.-

¿Ser militar es una vocación, como ser sacerdote, o una profesión, como abogado o ingeniero?


Institucional de

Institucional/

Institucional/

Ocupacional

Desencantado

Total


nuevo ingreso

ocupacional

socializado












%C %F

%C %F

%C %F

%C %F

%C %F

%C %F


(n)

(n)

(n)

(n)

(n)

(n)

Vocación

72,67 49,15

52,17 5,47

81,58 32,88

29,55 11,20

35,09 1,30

62,49 100


(755)

(84)

(505)

(172)

(20)

(1.536)

Profesión

26,66 31,02

45,34 8,17

17,93 12,43

68,21 44,46

61,40 3,92

36,33 100


(277)

(73)

(111)

(397)

(35)

(893)

Ns/Nc

0,67 24,14

2,48 13,79

0,48 10,34

2,23 44,83

3,51 6,90

1,18 100


(7)

(4)

(3)

(13)

(2)

(29)

Total

100 42,27

100 6,55

100 25,18

100 23,,68

100 2,32

100 100


(1.039)

(161)

(619)

(582)

(57)

(2.458)

%C= de la columna de la tabla

%F= de la fila de la tabla

Fuente: Quiénes Son Y Qué Piensan Los Futuros Oficiales y Suboficiales Del Ejército Español, Rafael Martínez Martínez, © Fundació CIDOB, www2.ubu.es/derpri/ciepola

TABLA 3.-

Distribución de sexo por Ejército en España.

Febrero 2006

Ejército

Sexo


Hombre

Mujer


Tierra

83,07

16,93


Armada

89,18

10,82


Aire

85,46

14,54


Cuerpos Comunes

80,77

19,23


% General

86,50

13,50


Fuente: Comandante Begoña Armendaria . Fiscal de la sala Militar del Tribunal Supremo (www.es.news.yahoo.com)

Actualmente, las Fuerzas Armadas españolas cuentan con una dotación de 121.060 efectivos. De ellas 16.311 (13,5%) son mujeres y 121.060 (86,5%) son hombres. Para el Partido Socialista Español (actualmente en el gobierno) la meta es lograr la paridad de hombres y mujeres en los ejércitos.

TABLA 4.-

Estadística de la Enseñanza Superior en España. Curso 2000-2001.

Enseñanza militar grado medio. Alumnado matriculado por academia militar, curso y sexo.

Unidades: Alumnado


Total


Primer curso

Segundo curso

Tercer curso


Total

Mujeres

Total

Mujeres

Total

Mujeres

Total

Mujeres

TOTAL

378

3

220

1

108

2

50

-

EJÉRCITO DE TIERRA

235

1

185

1

50

-


-

Cuerpo Gral. De las Armas

64

-

35

-

29

-


-

A. General Militar

35

-

35

-

-

-


-

A. Infantería

11

-

-

-

11

-


-

A. Caballería

3

-

-

-

3

-


-

A. Artillería

7

-

-

-

7

-


-

A. Ingenieros

8

-

-

-

8

-


-

Cuerpo de la Guardia Civil

140

1

140

1

-

-


-

Cuerpo de Especialistas

31

-

10

-

21

-


-

Escuela Politécnica

17

-

7

-

10

-


-

Otros Centros

14

-

3

-

11

-


-

ARMADA

83

1

7

-

29

1

45

-

Cuerpo General Militar

32

-

9

-

9

-

16

-

Cuerpo de Inf. De Marina

16

1

2

-

6

1

9

-

Cuerpo de Especialistas

35

-

-

-

14

-

21

-

Escuela Naval

14

-

-

-

14

-


-

Otros Centros

21

-

-

-

-

-

21

-

EJÉRCITO DEL AIRE

60

1

26

-

29

1

5

-

Cuerpo General

42

1

13

-

24

1

5

-

Cuerpo de Especialistas

18

-

13

-

5

-

-

-

A. General del Aire

18

-

13

-

5

-

-

-

Fuente: Ministerio de Defensa y Guardia Civil .

La presencia de la mujer en este nivel educacional, es tan reducida, que la representación en un gráfico de barras no alcanzaría a registrarla.

TABLA 5.-

Estadística de la Enseñanza Superior en España. Curso 2000-2001.

Enseñanza militar grado superior. Alumnado matriculado por academias militares, curso y sexo.

Unidades: Alumnado


Total


Primer curso

Nuevos inscritos en primer curso

Segundo curso

Tercer curso

Cuarto curso

Quinto curso


Total

Mujeres

Total

Mujeres

Total

Mujeres

Total

Mujeres

Total

Mujeres

Total

Mujeres

Total

Mujeres

TOTAL

1.083

32

202

6

200

6

198

8

198

6

237

4

248

8

EJÉRCITO DE TIERRA

695

28

132

6

130

6

127

6

126

5

150

4

160

7

Cuerpo Gral. De las Armas

607

22

132

6

130

6

127

6

95

4

120

2

133

4

A. Gral. Militar

354

16

132

6

130

6

127

6

95

4

-

-

-

-

A. Infantería

81

2

-

-

-

-

-

-

-

-

44

-

37

-

A. Caballería

51

1

-

-

-

-

-

-

-

-

9

-

42

-

A. Artillería

64

-

-

-

-

-

-

-

-

-

34

1

30

-

A. Ingenieros

57

3

-

-

-

-

-

-

-

-

33

1

24

2

Cuerpo de la Guardia Civil

88

6

-

-

-

-

-

-

31

1

30

2

27

3

ARMADA

210

1

37

-

37

-

37

-

39

1

47

-

50

-

Cuerpo Gral. Militar

166

1

30

-

30

-

30

-

31

1

36

-

39

-

Cuerpo de Inf. De Marina

44

-

7

-

7

-

7

-

8

-

11

-

11

-

EJÉRCITO DEL AIRE

178

3

33

-

33

-

34

2

33

-

40

-

38

1

A. Gral. Militar

187

3

33

-

33

-

34

2

33

-

40

-

38

1

Fuente: Ministerio de Defensa y Guardia Civil

La participación de la mujer en las FF.AA. españolas se ve también graficada en las siguientes cifras, correspondientes a los centros de formación (escuelas matrices):

El 6% del total de alumnos corresponde a mujeres; de ellas, sólo el 28% se encuentra en los cuerpos combatientes (Cuerpos Generales e Infantería de Marina). En Ingenieros militan el 12% y en Intendencia, el 11%. Las demás, se encuentra en los llamados Cuerpos Comunes (nuestro equivalente a Servicios, aunque en este caso, no pertenecen a un Ejército en especial), que incluye al personal no combatiente (ver GRÁFICO Nº 1). Al escaso interés de la mujer por ingresar a las FF.AA., se suma el hecho de que el grueso de las alumnas se orienta a áreas de desempeño alejadas de las tareas de combatiente.

Las FF.AA. españolas no han avanzado en aspectos básicos relativos a la incorporación femenina, a pesar de que las normas adoptadas convierten a los Ejércitos, en las instituciones más “progresistas” en estas materias. No se han regulado apropiadamente cuestiones elementales, tales como el caso de las mujeres embarazadas (en relación con las exigencias

que deben cumplir), las disponibilidades de alojamientos segregados, las adaptaciones de las unidades navales para recibir tripulantes femeninos, establecimientos disciplinarios y penitenciarios separados. Tampoco se han dictado normas relativas al matrimonio entre miembros de las FF.AA.

Los problemas de fondo que se han suscitado con la incorporación de la mujer al servicio de los ejércitos se presentan en el terreno de la disciplina. Las significativas diferencias fisiológicas entre el físico varonil y el femenino hacen realmente imposible de aplicar el principio de “no discriminación” (entiéndase por “justicia”), volviéndose en la práctica en una discriminación hacia los soldados varones, cuyas exigencias de desempeño no han sido modificadas debiendo asumir la carga que las mujeres no pueden absorber.

Las normas disciplinarias iguales para ambos sexos, son más relajadas en su aplicación para ellas que para ellos, con el creciente malestar entre los hombres, que se ha traducido en una campaña de mensajes anónimos dando a conocer los casos más evidentes de la nueva forma de discriminación. Cuando las quejas de los miembros de los cuerpos armados se canalizan por vías clandestinas, es factible concluir que dichos cuerpos se encuentran cercanos a una crisis de disciplina y mando.

Para la causa de los partidarios de la presencia irrestricta de la mujer en la vida militar, España no ha sido un buen ejemplo. Esto, debido a las razones esgrimidas para imponer esta presencia, por el carácter ideológico del debate en torno a la materia, por la improvisación con que se ha enfrentado el conjunto de cambios tan radicales que necesariamente hubo que realizar y por el hecho de que la aplicación del modelo vigente de FF.AA. sólo es el resultado de una transacción política de coyuntura. En ningún caso, el tema de la eficiencia de los Ejércitos, ha sido la causa real de los cambios que se implementaron.

FIGURA 1.-



Fuente: Fundación CIDOB, Barcelona. 2001.

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